La nueva tecnología E1 DPF de Hatz
Los gases de escape de los motores diésel consisten en particular en partículas de hollín diésel, así como en óxidos de carbono y nitrógeno. Se ha demostrado que estas sustancias son dañinas para la salud y hacen que sea casi imposible trabajar en espacios cerrados y en zanjas más profundas que los hombros (ver TRGS 554). Aquí es donde entra en juego la tecnología E1 DPF de Hatz.
El filtro de partículas diésel (DPF) reduce las emisiones de partículas mucho más allá de los requisitos legales de protección medioambiental en Alemania y Europa. El sistema filtra más del 90%, en muchas áreas incluso más del 95%, de sustancias nocivas para la salud y el medio ambiente. Por lo tanto, la salud y la seguridad en el trabajo con respecto a los gases de escape ya están integradas en la tecnología del motor y no se requieren medidas adicionales. La tecnología DPF es posible en combinación con los motores Hatz E1 (inyección controlada electrónicamente). La tecnología E1 garantiza una enorme estabilidad de emisión de los motores con bajos niveles de emisión.
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